martes, 30 de diciembre de 2014

Charla de Sensibilizacion. LOS ACCIDENTES COMO RESULTADO DEL COMPORTAMIENTO.



Con mucha frecuencia hemos oído hablar a nuestros superiores, incluso a nuestros compañeros de trabajo acerca de los accidentes como resultado de las actitudes inseguras, del desinterés y del pobre nivel de desempeño de nosotros mismos. Es decir, los accidentes como resultado de nuestro comportamiento. Es evidente que nuestra forma de pensar, nuestra forma de actuar y de realizar nuestros conocimientos y tareas, ya sea aquí en el trabajo  o en nuestros hogares, influye grandemente en las posibilidades de sufrir accidentes.
Antes de continuar quisiera hacerles una pregunta: Cuál creen ustedes que es el factor que provoca la mayoría de los accidentes?
El supervisor debe esperar a recibir las respuestas de los trabajadores, incluso puede enumerar los distintos factores que se expongan para de esta forma brindar participación. De cualquier forma se llegará a la siguiente conclusión).
Como hemos visto, el factor número uno causante de accidentes, es el factor humano. La mayoría de los accidentes no son provocados por fallos mecánicos, ni por los equipos, ni por las herramientas  sino por el descuido y uso inadecuado de tales herramientas  y equipos. Es decir que nuestro comportamiento influye grandemente en la posibilidad de provocar accidentes que den por resultado lesiones graves e incluso la muerte.
Frecuentemente estamos  conscientes de los peligros que nos rodean, sin embargo, no actuamos consecuentemente, no tomamos las medidas necesarias para evitar que esos peligros se conviertan en una triste realidad. Por ejemplo, muchas veces olvidamos usar nuestro equipo de protección personal sabiendo que lo necesitamos y sabiendo que estamos expuestos a sufrir lesiones serias o a dañar nuestra salud, a causa del ambiente que nos rodea. Otras veces sucede que no obedecemos las normas de prevención establecidas sólo por el hecho de que pensamos que no son importantes y que si llegara el momento de una emergencia sabríamos  defendernos. Esta es precisamente una actitud que más tarde o más temprano, provocará un accidente.
Se podría enumerar una serie de actitudes humanas que aumentarán o disminuirán las posibilidades de sufrir un accidente. Un grupo es positivo y el otro es negativo. Las personas que muestran las actitudes positivas son las personas que muy probablemente nunca sufrirán accidentes, mientras que las personas con las actitudes negativas están involucradas en accidente con bastante frecuencia y lo que es peor, son las causantes de accidentes que no solo dañan a su persona, sino al bienestar de los que se encuentran a su alrededor.
Entre las actitudes que han sido determinadas como negativas y por lo tanto causantes de accidentes podemos citar las siguientes: demasiada confianza en lo que se hace; evadir la  responsabilidad con excusas, intolerancia; impaciencia; incapacidad de recibir críticas, descuido, frivolidad, alcoholismo, inmadurez; y, bromas e indisciplina, entre otras. Estas son actitudes negativas que debemos dejar a un lado o tratar de evitar. Eliminando de nuestro comportamiento este tipo de comportamientos, contribuiremos a nuestro propio bienestar en todo momento y en cualquier lugar.
Entre las actitudes positivas que contribuyen a prevenir accidentes se encuentran las siguientes: madurez personal; disciplina; actitud realista y social; actitud de tolerancia y amabilidad para con los demás; responsabilidad; moderación; control de los impulsos; y, discreción. En pocas palabras podríamos decir que las personas que se preocupan por la prevención de accidentes son personas que se dan cuenta de sus limitaciones y de su debilidades y que miran a su alrededor en forma realista, con interés de ayudar.
Hoy cuando lleguemos a casa tomemos unos minutos y hagamos un análisis de nuestro comportamiento. Veamos si podemos determinar cuáles son las actitudes que debemos dejar a un lado y cuales debemos adquirir o practicar con más frecuencia para prevenir accidentes. Siempre podemos eliminar actitudes negativas y adoptar otras nuevas y positivas que serán provechosas tanto para nuestro bienestar como para el de nuestros compañeros de trabajo. Recuerden siempre que en la mayoría de los casos nuestro comportamiento inadecuado es el causante de los accidentes. Hagamos un esfuerzo por mejorar nuestro comportamiento a favor de la prevención  de accidentes y de nuestro propio bienestar, tanto en el trabajo como en el hogar.



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